Cada día me cuesta más seguir escribiendo aquí. No aguanto este ritmo. Aún así, cada vez que vuelvo, es con más ganas que la anterior. Este es otro poema. Habla del campo, uno de los pocos lugares dond eel hombre no ha dejado su macabra huella.
Cri, cri
Se oye a los grillos cantar a lo lejos
Y se oye a los lobos aullar más allá
Se nota el ambiente del campo en el cuerpo
Se siente, se intuye, donde estás
Los coches no pasan por estos lugares
Aquí, donde solo existe tranquilidad
Donde solo está el paisajr
Donde la huella del humano no se ha de marcar
Se oye cercano el ulular de una lechuza
Lo que me indica que va a diluviar
Comienza la lluvia, me pongo la capucha
Decido que es hora de regresar
En el camino de vuelta no tengo miedo
El campo es mi amigo, nada pasará
Veo, cada día, como pasa el tiempo
Desde que vengo por aquí a pasear
Y al final me despido de mi amigo
Le juro que mañana volveré a pasear
Como siempre, por su largo camino
Como cada día, una vez más.
Y termina aquí el poema. Un pensamiento que siempre he guardado, el de que el campo es mi amigo. Me protege, y a cambio le acompaño paseando. Soy así de raro. Un saludo a todos.
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2 comments:
Muy bueno, muy natural. Una sugerencia; tienes que trabajarte un poco más el ritmo.
Sí, es verdad. A paertir de ahora a ver si me lo curro más. Gracias.
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