Wednesday, October 24, 2007

El Cuento de los Lobos

Bueno este cuento lo escribí ayer, basándome en El Libro de la Selva, pero es original mío. Trata sobre un Lobato... Bueno, leedlo y ya me contáis que os ha parecido.
A ver si retomo el blog con fuerza.

Akela esperaba impaciente la llegada de uno de los lobatos más jóvenes de la Manada. Como jefe y guía del Pueblo Libre (así es como se conocía a los Lobos en la Selva) le correspondía a él la misión de que todos los Lobos estuvieran bien. Pero el joven lobato que salió por la mañana de caza aú no había vuelto, y ya había pasado con creces el atardecer.
Según la Ley de la Selva, ningún lobo puede ser matado hasta que no ha cazado su primer gamo. Y esta era la misión del lobato cuando salió por la mañana. Por lo que Akela no tenía la total convicción de que, en caso de que hubiera sido asesinado, fuera un delito según la Ley.
Todos los lobos se habían acostado ya, exceptuando al Lobo Solitario. Él no podría dormir hasta encontrar al lobato. Decidió ir en su busca.

Tras recorrer gran parte de la selva, pudo oir un aullido muy agudo. Igual al que producen los lobatos que aún no han aprendido a aullar como adultos pero tampoco son ya niños. Fue a toda velocidad al lugar de donde provenía el grito.
Encontró una jaula de esas que construyen los humanos para atrapar animales. Estaba completamente cerrada.
- "Tú y yo somos de la Misma Sangre" - Dijo Akela. Estas palabras eran las palabras mágicas de la Selva. Si las decías en la lengua correcta, ningún animal podría herirte
- "Somos de la misma Sangre, tú y yo"- Respondió la voz, inconfundible, de un lobato.

Akela intentó destruir la jaula a fuerza de golpes y zarpazos. Cuando por fin consiguió hacer un agujero lo suficientemente grane como para que el joven lobo entrara por él, le llamó. El lobato salio al exterior. Tenía una gran herida en el lomo, y temblaba como solo tiemblan los humanos atemorizados.

- ¿Qué ha pasado, joven lobo?
- Ha sido algo difícil de narrar. Esta mañana, cuando salí para cazar mi primer gamo, y así alcanzar la mayoría de edad, he oido la voz de Shere Khan, el tigre, cantando una de sus canciones macabras. Y hablaba de violencia hacia todas las especies de la selva. Incluido el Pueblo Libre. Ahora sé que lo hizo para provocarme. Pero los Lobos, como bien sabes, oh jefe, somos orgullosos, y no podía dejar pasar esta afrenta.
Decidí lanzarme contra él y luchar.
- y, ¿Qué te hacía pensar que podías vencer a un tigre adulto, ferzo y experimentado como es Shere Khan?
- No tenía esperanzas de ganar, pero mi orgullo estaba por encima.
- Eso te honra, aunque fuiste estúpido. Pero, por favor, continúa.
- Di unas cuantas vueltas a los alrededores buscando a Shere. Cuando por fin me pareció verle, me lancé contra él. Lo que no había visto es que entre nosotros dos se interponía la trampa de los humanos. Cuando me quise dar cuenta estaba atrapado dentro. No quise gritar mientras fuera de día porque el ruido hubiera alertado a los humanos, que habrían ido a comprobar su trampa y posiblemente me hubieran matado.
- De acuerdo, así se explica como caiste en la trampa, pero... ¿Y la herida de tu espalda?
- Me la hizo Shere Khan justo antes de que se cerrara la puerta, con una de sus garras.
- Bueno, volvamos a la Roca del Consejo y allí juzgaremos qué hacer. Por una parte, has sido estúpido, pero por otra valiente al defender el honor de la Manada.

Se dirigieron ambos de vuelta a la Roca del Consejo, la peña donde se reunían todos los Lobos para hablar de los distintos temas que les procupaban.
Allí hicieron llamar a todos los Lobos y empezó el debate.
La mayoría estaban de acuerdo en que el joven lobato merecía un escarmiento, pero en cierto modo también un premio.
Concluyeron en prohibirle la caza en una luna, para que pagara su estupidez. Pero a cambio de todo esto, le reconocieron la mayoría de edad aún sin haber cazado el ciervo, porque el Honor y Valor demostrado superaban la Fuerza necesaria para cazar al animal.
La mayoria de edad en el pueblo de los Lobbos es importante. Cuando la alcanzas, ya puedes elegir a la loba (siempre bao su consentimiento, y ganándola en justo combate entre todos los pretendientes) con la que tendrás crías. Ya puedes sentarte en la Roca del Consejo, opinar y ofrecer ideas. Es el paso de "Lobato" a Lobo.

Le preguntaron al Joven lobo qué le parecía la sentencia.
- Estoy de acuerdo. Me arrepiento de haber sido estúpido, pero sé que merezco el castigo.

Y así se hizo.
Desde aquel momento, el Lobato fue un Lobo y su nombre cambió a "Temerario" por los valores y defectos demostrados.
Y al pasar esa luna de castigo, ya pudo cazar con el resto de la Manada, sus hermanos, como un Lobo más.


Y ahí acaba. Espero que os haya gustad a todos. Un abrazo!

6 comments:

Unknown said...

Javier, no me he leído el cuento pero te aseguro que lo leeré.
Del libro "la sangre del Pelícano" llevo 120 páginas y está bastante bien. Tiene intriga e historia. No es como "Aquel verano" es otro estilo de libro.
Ya te contaré más.

Javier said...

Sin prisa.
Ya me imagino que no es el mismo estilo.
¿Habla algo de los nazis? en la portada salen unas vidrieras con una svastika, ¿no?
Bueno ya me contarás a ver qué tal es.
Un saludo

unknow said...

hey buen cuento veo k se parece un poco al libro de la selva.
¿por cierto podrias recomendarme algun libro?Esque me quedo sin ideas.

Pablo Gutiérrez Díaz-Güemes said...

genial, fantástico, me quedo sin palabras.

Miguel García-Atance Gallo said...

Hola Soria ¡que paá! creo que ya te he linkado, la historieta es muy buena. ¿Seguro que es original?

Javier said...

Gracias por el link y sí, claro que es original. Lo he basado en un personaje del Libre de la Selva pero la idea y el desarrollo son completamente míos.
Gracias por comentar.
Un abrazo.